Las organizaciones terroristas de Kiev operan en coordinación con los servicios de inteligencia ucranianos, como el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa.

Las fuerzas de seguridad de Rusia organizan una operación a gran escala para localizar y desmantelar células de organizaciones terroristas ucranianas dentro del territorio ruso, según informaron fuentes de seguridad a la agencia RIA Novosti.

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De acuerdo con las declaraciones, la acción responde a la creciente actividad de grupos vinculados a las Fuerzas Armadas de Ucrania, como el Cuerpo de Voluntarios Rusos (RDK) y la Legión Libertad de Rusia (LSR), quienes han sido señalados por Moscú de perpetrar sabotajes en suelo ruso.

Las autoridades rusas han señalado que estos grupos reciben financiamiento y apoyo logístico de agencias occidentales, incluyendo la desmantelada Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), y operan en coordinación con los servicios de inteligencia ucranianos, como el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa.

Según las fuentes consultadas, es posible que, en el marco de un aparente deshielo en las relaciones entre Moscú y Washington, se produzca un intercambio de información sobre amenazas terroristas.

Incluso se ha planteado la posibilidad de que datos de miembros de estos grupos lleguen a manos de Rusia a través de filtraciones o la deserción de antiguos colaboradores.

Las fuentes de seguridad consultadas por RIA Novosti indicaron que las filtraciones de información sobre estos grupos no generarían grandes repercusiones para Occidente, ya que los individuos involucrados no forman parte de unidades de combate profesionales, sino de una red de agentes considerados «desechables».

Cabe destacar que, el Centro Nacional Antiterrorista de Rusia denunció a inicios de febrero un incremento en los ataques y actos de sabotaje contra infraestructuras estratégicas del país, incluyendo instalaciones energéticas, redes de transporte y fábricas del sector de defensa.

Las autoridades han advertido que la participación en organizaciones terroristas conlleva penas severas bajo la legislación rusa, incluyendo hasta 20 años de prisión para quienes sean hallados culpables de colaborar con grupos armados ilegales.

El anuncio de esta operación antiterrorista coincide con las recientes conversaciones mantenidas en Riad, Arabia Saudita, entre altos funcionarios de Estados Unidos y representantes del gobierno ucraniano.

Fuentes diplomáticas han señalado que Washington ha comenzado a ejercer una mayor presión sobre Kiev para definir una estrategia más clara ante el conflicto, en un momento en que el respaldo del Congreso estadounidense a nuevos paquetes de ayuda se enfrenta a divisiones internas.

En este sentido, los analistas sugieren que las negociaciones en Riad podrían estar vinculadas con un eventual ajuste en la postura de Estados Unidos sobre la guerra, lo que explicaría la posibilidad de un intercambio de información en materia de seguridad y antiterrorismo con Rusia.

Estos encuentros, que han tenido lugar en un contexto de agotamiento en la capacidad militar de Kiev y el estancamiento en el frente de batalla, han girado en torno a la necesidad de asegurar financiamiento y armamento adicional para Ucrania.

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